ALAIC Perú 2014 XII Congreso Latinoamericano de Investigadores de la Comunicación

Medios de Comunicación en el Perú

Abstract de “La concentración mediática no es un asunto de privados”

 Concentración mediática: Grupo El Comercio

El presente texto es un abstract del texto “La concentración mediática no es asunto de privados” de Jorge Luis Acevedo Rojas, comunicador social y educador, magíster en sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Especializado en diseño, gestión y evaluación de programas y proyectos de desarrollo, con énfasis en comunicación y educación. Ha realizado investigaciones y publicado libros y artículos, en calidad de autor y coautor, sobre comunicación y política, radios comunitarias y educativas, comunicación y cambio social.

La compra del 54% de EPENSA por parte del Grupo El Comercio ha generado que este controle el 80% del mercado de la prensa escrita, es decir tiene la mayor captación de lectores e inversiones publicitarias a través de ocho diarios: El Comercio, Perú21, Trome, Gestión, Depor, Ojo, Correo y El Bocón, sin contar las diversas revistas; sin contar su influencia en la televisión: América Televisión y Canal N.

Se estima que el grupo superaría el millón y medio de ejemplares y su influencia se extendería a cuatro millones y medio de personas como mínimo, teniendo en cuenta que entre tres y cinco personas tienen acceso a un ejemplar. Ahora, entrando en el plano de la televisión, El Comercio a través de América Televisión tiene la atención de un tercio de la audiencia nacional y un nivel similar en la captación de inversión publicitaria. Entonces, el mercado de la prensa se ha vuelto un cuasi monopolio como señala el autor.

La capacidad de los medios de comunicación para construir las agendas públicas y políticas, es decir su capacidad de visibilizar ciertos problemas y soluciones, mientras que se deja de lado otros implica un gran problema para la población. Esto genera que se coloque una barrera al pluralismo político y cultural, y se socava la calidad de la democracia. La concentración de la propiedad y el predominio en el mercado mediático incrementa la influencia política de determinados grupos de interés y se limita la diversidad de las voces y contenidos, especialmente de los grupos regionales y locales.

El poder de los grupos mediáticos hace que crezca cada vez más las posibilidades de que diversos grupos de interés puedan influir en las agendas y en las decisiones políticas de un país. El carácter presidencialista del sistema político peruano y la ausencia de partidos y el clientismo entre políticos y empresarios de medios permiten que estos grupos de mediáticos sigan creciendo. Incluso no se reformo el sistema de medios cuando en los años 200-2001 se hicieron públicas las relaciones de corrupción entre el gobierno de Fujimori y Montesinos y diversos propietarios de canales de televisión, emisoras de radio y prensa escrita.

En otro países se han creado marcos jurídicos que limitan la concentración mediática, incluida la propiedad cruzada. En Francia, las empresas con una participación de 20% en el mercado de la presna no pueden ser titulares de radio y/o televisión. Además, el Estado subsidia con diferentes mecanismos a medios de prensa para promover el pluralismo. Otro claro ejemplo es Reino Unido donde las empresas que superan el 20% de participación no pueden ser titulares de licencias de radio y televisión. Asimismo, el numero de licencias de radio y/o televisión no pueden superar el 15% de audiencia promedio anual.

Un ejemplo más cercano es el de Uruguay donde se viene desarrollando un amplio debate político y público sobre una ley de servicios de comunicación audiovisual que busca garantizar el derecho a la comunicación, el pluralismo político y cultural. Entonce sí se puede hallar una solución para el caso peruano.

El primer gran paso seria un debate sobre las implicancias de la concentración mediática para la calidad de la democracia. Se debería proponer no solo diagnósticos y alternativas en función de nuestra experiencia histórica, sino arreglos institucionales que permitan equilibrar la libertad de expresión, el pluralismo y la diversidad al establecer limites a la concentración.

Otra alternativa seria transformar los medios de comunicación estatales en sistemas públicos, plurales y con capacidad de producción descentralizada al servicio de la ciudadanía. Estos medios públicos tendrían autonomía de los gobiernos de turno y con niveles de financiamiento público que les permita mejorar sus capacidades de producción y cobertura.

Finalmente, otra alternativa seria el fortalecimiento de las emisoras de radio y televisión educativa y comunitaria. Para ello el Estado debería cumplir con la Ley de Radio y Televisión y hacer menos engorroso el proceso de adjudicación de frecuencias. El problema principal radica en poder mediático que ha logrado silenciar y distorsionar el debate sobre los medios y la concentración, colocándolo como una especie de “amenaza contra la libertad de expresión”.

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Abstract de “El periodismo de superficie”

El periodismo online y periodismo de papel comparten los mismos vicios y defectos: escasez de calidad informativa

 

 

El presente texto es un abstract del texto “El periodismo de superficie” de Mario Munive Morales, periodista y docente universitario en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). Especialista en géneros periodísticos, periodismo narrativo y nuevas tendencias de la comunicación. Trabajó en el diario La República como editor de la revista Domingo, editor de la sección política y editor general. Licenciado en comunicación social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y egresado de la Maestría en Sociología de la misma universidad.

La mayoría de editoriales de medios impresos ha optado por trivializar sus contenidos para no perder lectores y anunciantes, pero esto también es visible en los medios de comunicación digital. Casi todos comparten la idea de cómo se debe hacer periodismo, pero las noticias se dan cada vez en formatos más breves y compactos que llegan a ser en muchos casos breves y superficiales.

Todo parece indicar que a las personas no les gusta leer o que la calidad en el contenido es lo que menos importa. La crónica y el reportaje ya no gozan de un espacio tanto en los medios impresos como en los medios de comunicación digital. Este nuevo periodismo de superficie indica que lo que se valora más de un periodista es su inmediatez y no su innovación y/o independencia.

Es verdad que el público valora la información transmitida en tiempo real, pero el ultiminutismo ignora la regla de oro del periodismo de calidad que es la verificación previa. Lastimosamente, las redes sociales y no poco medios online son quienes se encargan de que tanto rumores como información institucional y publicidad se hagan pasar como contenido periodístico.

Todo lo anteriormente señalado hace comprensible la incertidumbre del público al dudar si es verdad o mentira lo que se publica en internet o en kioscos. Lo que hace que verificar las fuentes sea un lujo que pocos editores aún quieren conservar y lo que es preocupante. El periodismo transciende los formatos y las tecnologías. Se puede hacer buen periodismo como mal periodismo sin importar si es en medios convencionales o en los nuevos medios de comunicación.

A muchos reporteros se les ha adiestrado a buscar los dichos y reacciones; de esta forma, son expertos en la llamada “nota seca”, en las que se usan las muletillas tipo “dijo”, “añadió”, “precisó”, etc. Este tipo de periodismo de declaraciones carece de información y en consecuencia lleva a que muchos periodistas no sepan cómo buscar y transmitir hechos o contar historias.

Otros puntos que analiza el autor son el periodismo de investigación o denuncias, que parecen agonizar en las redacciones donde la tendencia es la ley, es decir se prefiere información que divierta que información útil. El comercialismo es otra tendencia que domina en la industria de los medios y que lleva a muchos a querer colocar un fin al futuro del periodismo.

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Abstract de “Las televisoras locales en el Perú. Una historia de uso como herramienta política: El caso de Juliaca”

Las televisoras locales y su uso como herramienta política

televisión y politica

El presente texto es un abstract del texto “Las televisoras locales en el Perú. Una historia de uso como herramienta política: El caso de Juliaca” de James Dettleff, comunicador social por la Universidad de Lima, con especialización en Medios Audiovisuales, y Master of Fine Arts en cine por la Ohio University. Actualmente es Presidente de la Asociación Peruana de Investigadores de la Comunicación (APEIC), profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y miembro del Observatorio Iberoamericano de la ficción televisiva. Ha sido director de Fotografía de diversos cortometrajes nacionales, post-productor y editor periodístico de programas de televisión, y editor de telenovelas.

El artículo plantea la situación de las televisoras locales frente al sistema centralizado que vive el Perú. Da a conocer la producción y la forma en que estos medios han sido utilizados para que sus dueños o conductores accedan a cargos públicos. James Dettleff estuvo tres días en Juliaca (Puno) en los años 2005, 2009 y 2010, y pudo observar los cambios y el desarrollo de las televisoras locales. Asimismo, realizó entrevistas a los dueños de los canales y encuestó a más de 300 pobladores.

De los canales que iniciaron la televisión en el Perú, sólo quedan tres: el canal estatal (enero de 1958), América televisión (diciembre de 1958) y Panamericana Televisión (octubre de 1959). Sin embargo, en la actualidad existen 1143 estaciones de televisión registradas en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, de las cuales 117 se encuentran en Lima. Todo parece indicar que el Perú dejó ser centralista, pero no es así. En Lima vive el tercio de la población por lo que se recolecta el 88% de los impuestos del país; y en relación a la televisión, el 55.6% de las empresas de televisión transmiten su programación desde la capital a todo el Perú, es decir 636 estaciones de televisión tienen su base en Lima.

No obstante, en los últimos 10 años esto ha ido cambiando y se ha registrado una creciente aparición de estaciones en ciudades fuera de la capital. Esto se debe a la facilidad tecnológica que se ha estado viviendo desde fines del siglo pasado, lo que hace posible instalar una estación de televisión con pocos recursos económicos y tecnológicos.

En el caso de Juliaca, que cuenta con 200 mil habitantes y está a cinco horas de la frontera con Bolivia, se observa que es una ciudad comercial donde el contrabando y la informalidad es algo visible y tolerado. Lo que provoca que los habitantes, que son Quechuas y Aimaras, vivan en constante tensión entre su herencia cultural y la cultura dominante. Todo esto provoca un cierto resentimiento por aquello que significa Lima, ya que la capital no sólo centra más de ocho millones de peruanos, sino que centra los recursos y las oportunidades, por lo que deja poco espacio para el desarrollo del resto de localidades.

En su lucha por combatir el centralismo y la exclusión social, los Juliaqueños han creado negocios, empresas, radios y televisoras sin autorizaciones ni permisos que tienen que ser solicitados y tramitados en la capital. En relación a las televisoras, Juliaca cuenta con 20 licencias para canales de televisión. El departamento de Puno, donde se encuentra Juliaca, es el que más televisoras tiene, después de Lima.

El primer canal de televisión que apareció en Juliaca fue TV Sur y fue creado por la Familia Cáceres Velásquez, quienes ya poseían Radio El Sol de los Andes (transmitida desde octubre de 1962 en AM). La emisora de radio ayudo a la familia Cáceres Velásquez obtener puestos políticos en Juliaca o realizar propagandas al partido al que pertenecían (Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos, FRENATRACA). Lo mismo ocurrió con la televisora que fue fundada por Pedro Cáceres, quien había sido congresista y era alcalde de San Román (Juliaca).

Después en 1999 llegó el segundo canal de televisión, FamaTV. Creado por la Familia Gómez León, dueños de Radio Fama. Al igual que la primera televisora, crearon el canal con fines políticos. Sin embargo, a diferencia de la familia Cáceres, que consiguieron sus licencias y la asignación de una frecuencia, ellos han pasado por diferentes frecuencias. Sin embargo, tuvo en 2009 el noticiero más sintonizado de la ciudad, “Noticias al día”, que estaba dirigido por el periodista David Sucacahua. Incluso, Sucacahua intentó ser alcalde de la ciudad, pero sin éxito. De esta forma se han ido creando más canales con la misma idea política y que siguen o luchan contra la misma temática que las otras estaciones de televisión.

La mayoría de canales se centra en realizar programas informativos y políticos, donde se utiliza el canal como medio de propaganda, o como trampolín para algún cargo político. Aunque muchos propietarios indican que crearon el canal porque resulta un buen negocio, ninguno vive principalmente de canal y esto es fácil de comprobar, porque todos tienen otra actividad paralela que sí les da sustento e incluso les permite solventar gastos del canal.

Por otro lado, otro punto preocupante es la producción centralizada de noticias en Lima. Esto hace que se preste poca atención a lo que sucede en el resto del país. Sin embargo, esto no cambia porque implicaría mayores gastos y producción. Por ello, prefieren seguir la misma temática del resto de canales. De esta forma, los dueños intentar hace uso de la radiodifusión con otros fines. El poder político y económico lo ha utilizado y lo sigue utilizando para afianzar su poder.

Sin embargo, no siempre se puede lograr una relación directa entre poseer un canal y lograr un puesto público, como sucedió con Grami TV. Finalmente, como señala el autor “Lo que queda en duda ahora es el futuro de los canales locales, pues el Perú ha empezado la transición a la televisión digital terrestre, que acarreará grandes costos para aquellos que intenten continuar con esta labor”

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Abstract de “Un diagnóstico de la radio rural en el Perú”

¿Cuál es situación de la radio en las zonas rurales del Perú?

El presente texto es un abstract del texto “Un diagnóstico de la radio rural en el Perú” realizado en 2012 por Oscar Martín Fajardo Gallego, comunicador social con énfasis en comunicación comunitaria y egresado de la Maestría en Gerencia Social de la PUCP. Actualmente es Supervisor de Relaciones Comunitarias en Laub & Quijandria. Ha impulsado iniciativas de desarrollo local en Colombia, Perú y América Latina a través de las redes como la Coordinadora Nacional de Radio (CNR), la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y otras experiencias de desarrollo social.

El 13 de febrero, se celebró el día mundial de la radio e Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, señaló que “En esta era de nuevos medios de comunicación, la radio sigue siendo el medio por excelencia, ya que puede transmitir cualquier mensaje a cualquier lugar en cualquier momento. Da voz a los sin voz, a los pobres, a las minorías…Por estas razones, debemos aprovechar el poder de la radio para tender nuevos puentes de respeto y entendimiento entre los pueblos”.

En el Perú existen oficialmente 3332 radios en todo el país. Según Ley de Radio y Televisión, las radios se clasifican en Educativas, Comerciales y Comunitarias. ¿Cuántas de estas se ubican en entornos rurales y cuál es su situación? A través de una investigación realizada a diez emisoras se puede mostrar una visión preliminar sobre la realidad de la radio en entornos rurales y qué es lo que demandan los oyentes de ella. El principal uso que se le da a la radio en zonas rurales es como medio de información. Sin embargo, no es lo único que ofrece, porque este medio llega a cumplir funciones que el mismo Estado no puede cubrir como la seguridad ciudadana, integrar a la comunidad o educar.

En relación a la educación, las radios rurales comparten los éxitos y fracasos de sus oyentes. Difunde los problemas y propone alternativas de solución para generar un cambio en la comunidad. No se trata de dictar clases a través de una cabina, sino se busca comprender que son los oyentes quienes determinan el rumbo que debe seguir el medio local a través de sus propias necesidades. Gracias a ella, las comunidades han llegado a capacitarse en temas especializados y a organizarse para brindar mayor seguridad a su comunidad. Esto se debe a que la radio rural genera opinión entre los mismos miembros de la comunidad tanto sobre sus propias autoridades como la comunidad misma.

La radio rural forma parte de la vida de los oyentes al hacerlos partícipes del espacio que los rodea. Los ciudadanos son corresponsales de noticias desde sus caseríos, provincias o distritos. No precisan de grandes antenas de transmisión o sofisticados equipos, porque basta con un celular, una consola, un cable corriente y un micrófono para transmitir programas con invitados en directo. Asimismo, al no contar con muchos recursos para pagar al personal, se acude a voluntarios, lo que hace que la comunidad se compenetre más. De esta forma, la radio rural cumple una función integradora.

Los oyentes son atraídos por el medio desde las primeras horas del día, porque es este quien los acompaña en su rutina diaria ya sea en el campo o en la ciudad. Muy bien se sabe que la tecnología no avanza con el mismo ritmo en las zonas rurales que en las grandes ciudades. En el caso de las radios estudiadas, la mayoría comprende la tecnología como el hecho de contar con la Internet, páginas web y teléfono. Aunque se cuente con estos nuevos medios tecnológicos, aún se conserva su espíritu rural, a través de gestos sencillos como las secciones de saludos. Pero, lo que más demandan los oyentes es que la radio diga la verdad y permita expresar, a través de esta, el sentir de la población, ya sea de manera personal, por teléfono o internet. De esta manera logran generar fidelidad con el medio y participar en las actividades propuestas como concursos o capacitaciones, etc.

Entonces, la Radio Rural es un actor muy importante en la vida de los ciudadanos. A través de ella se logra generar opiniones que guían el rumbo de la comunidad y en la elección de sus autoridades. Algunas al ir creciendo buscan convertirse en actores de incidencia social, política o cultural. La radio rural en el Perú viene a ser un escenario de partida, ya que al integrarse al mundo globalizado y transcender la frontera geográfica, los directores de los medios buscan nuevas formas de gestionar las radios y su oferta.

No todas las radios cuentan con un código de ética. Salvo algunas radios fundadas por religiosos, pero son más documentos con principios cristianos. Además, no poseen un instrumento para evaluar su programación o si se realizó ya está caducado. En muchos casos no se cuenta con comunicadores en realidad, sino comunicadores empíricos. Por ello, la radio rural no es una categoría, sino una manera de comunicar, producir contenidos y públicos específicos. Lo que define a la radio rural es el tipo de público objetivo.

La Radio Rural es un medio de comunicación que dinamiza la cultura local en poblaciones rurales o fuera de ellas, donde concentra especialmente su atención con población migrantes ubicadas en los cascos urbanos de las grandes ciudades. La radio rural es un espacio de comunicación que se transforma culturalmente, construyendo sentidos y significaciones de la mano con sus oyentes.

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Abstract de “La polémica sobre la Concentración de medios de comunicación escrita” de Pilar Arroyo

Concentración de medios en el Perú: ¿qué fue lo que sucedió?

El presente texto es un abstract de “La polémica sobre la Concentración de medios de comunicación escrita” de Pilar Arroyo, socióloga y analista política del Instituto Bartolomé de las Casas (Lima, Perú). La Comisión organizadora del XII Congreso ALAIC 2014 pone a disposición de los visitantes de la página web este texto que no representa necesariamente el punto de vista de los organizadores.

En agosto del 2013, el Grupo El Comercio adquirió el 54% de las acciones del Grupo Epensa (Empresa Periodística Nacional S.A.). Antes de la compra, el Grupo El Comercio poseía el 40% de los medios de comunicación en el Perú y un 49.30% correspondiente a la venta de diarios. Después de la compra, El Comercio adquirió el 77.86% del mercado en diarios.

Ante este hecho, El Grupo La República se mostró muy crítico y adujo que esto atentaba contra la libertad de prensa, opinión, información, etc. Su postura fue respaldada por otros periodistas: Mario Saavedra, Augusto Álvarez Rodrich; Mirko Lauer, y Rosa María Palacios. Todos ellos junto a los directores del diario La República, El Tiempo de Piura, Diario 16 y la revista Caretas presentaron una demanda de amparo ante el Poder Judicial para anular la compra. Ellos aseguran que esta compra atenta contra el artículo 61 de la Constitución.

Sin embargo, toda la problemática no fue muy conocida hasta diciembre del 2013 cuando el Presidente Humala opinó sobre el caso. Él comentó las declaraciones que dio Mario Vargas Llosa sobre la compra de Epensa. El Grupo El Comercio se defendió señalando que la compra es estrictamente empresarial y que no se está cometiendo ningún delito. Además, asegura que no hay monopolio, porque existen 60 diarios en el país y ellos sólo poseen seis. Incluso, afirman que ellos no gestionan la línea editorial de los diarios de Epensa.

Por otro lado, los que se oponen a la compra afirman que la Constitución prohíbe la concentración de medios. Además, la OEA señala que no está permitido el monopolio u oligopolios en la propiedad y control de los medios de comunicación. La compra atenta contra la libre competencia, contra el derecho de una información plural y contra la democracia.

Entonces, qué hacer ante este hecho. ¿El Poder Judicial lo debe resolver? ¿Sería mejor que otro grupo compre Epensa? ¿Plantear un proyecto de Ley? O es el Congreso el que debe legislar al respecto. Este es un problema que aún no se termina de resolver y que debe ser analizado con mucho cuidado para el bien de la población y de la libre información.

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